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Hacernos cargo

Informe especial por la "Ley de Envases" por Laura Massari*

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió, días antes de la la Conferencia sobre el Clima (COP26), que la contaminación causada por el plástico en los ecosistemas ha crecido considerablemente en los últimos años y prevé que se duplique para 2030 con consecuencias “nefastas para la salud, la economía, la biodiversidad y el clima”. Pero remarca que el reciclado no es suficiente y denunció las “falsas soluciones que se están dando” frente a este problema.

Según el informe en 2015 se calculó que la producción de plástico mundial significó 1,7 gigatoneladas de CO2 y se proyecta que para 2050 esta cifra se triplique a aproximadamente 6,5 gigatoneladas, un 15% del presupuesto mundial de carbono. Este dato vaticina una crisis que urgentemente debe ser abordada por gobiernos y organismos multilaterales.

Análogamente, en Argentina se estima que apenas el 6% de los residuos que generamos son aprovechados para su reciclaje. El resto termina en un relleno sanitario o en alguno de los más de 5000 basurales a cielo abierto que hay en el país


Ley de Envases ¿de qué trata?


La agenda legislativa 2021 va llegando a su fin en un contexto de reconfiguración de las fuerzas políticas que se expresan en ambas cámaras. Tras las elecciones de medio término el oficialismo debe construir nuevos acuerdos parlamentarios que le permitan sancionar las leyes que deberán actuar sobre los temas urgentes de agenda nacional. En ese sentido, se estima que en la próxima sesión de la Honorable Cámara de Diputados, el Poder Ejecutivo impulsará el debate de la “Ley de Envases” donde se plantea por primera vez una “Tasa Medioambiental” (tasa de no más del 3% por envase y con deducciones según cuanto más reciclable sea el envase, entre otras variables) generando un fondo para ser redistribuido a los municipios con el objetivo de generar políticas locales de reciclado.
La iniciativa plantea la “responsabilidad extendida del productor”. Es decir: que todo aquel que elabora algún producto que se vende en un envase, sea el que se haga responsable por el tratamiento que deberá darse a ese envase luego del consumo, para reciclarlo.

A continuación desarrollaremos en voz de especialistas y sus protagonistas los puntos más importantes de la medida.


Mariana Saidón, Investigadora Adjunta del CONICET, con lugar de trabajo en la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional de San Martín, donde además coordina el Área de Ambiente y Política (AAP) y actualmente forma parte de la La Red de Investigación y Acción sobre Residuos (Riar)


LM: ¿Cuál es tu opinión sobre el proyecto de la ley de envases  que se está por aprobar en Diputados?

MS: Es un proyecto muy necesario a nivel nacional. Si no contamos con leyes de responsabilidad extendida del productor, no hay posibilidad de que alguien sea responsable judicialmente por lo que genera. A nivel internacional se considera responsable al productor porque es quien decide poner en el mercado el producto.
Hoy el productor no toma en sus decisiones los costos ambientales, entonces esta ley lo que busca es eso: que sea más costoso para el productor incorporar insumos más contaminantes que menos contaminantes, que sea más costoso producir sin insumos reciclados versus insumos reciclados, que sea más costoso sacar al mercado productos que no tenga un ecodiseños respecto a si decide hacerlo con materiales o con un diseño más fácil de reciclar.
Es un proyecto de ley que no solamente apunta a lo ambiental sino que también incluye a los recuperadores que acuden a los residuos como última opción de vida. La idea es generar empleo genuino con esta ley, y no hay otra forma de aplicarla que  generar un fondo nacional que luego de la correcta rendición de cuentas, se deriven fondos a los municipios.

 
LM: ¿Es, en tu opinión, una posible solución o es un avance que sirve de base para empezar a trabajar en conjunto entre estado, empresas y sociedad?

MS: “Permitiría una posibilidad de trabajo conjunto aunque hoy hay mucha resistencia y lobby por parte de las empresas. Existe una propuesta de mecanismos de transparencia en la ley  tanto para los fondos como para las cantidades de residuos que se generan. Creo que una vez que esté más cerca de aprobarse las empresas, va existir un acercamiento mayor entre empresas, estado y sociedad. Hoy en día hay empresas que ni se preguntan ni se proponen utilizar residuos plásticos reciclados en sus envases , otras empresas sí lo hacen pero es momento de que todas las empresas se empiecen a plantear la posibilidad de mejorar la producción en términos ambientales y sociales.


Federico Gauna, presidente y fundador de Ecolink, fundación que asesora y provee herramientas para personas y organizaciones que buscan llevar adelante procesos y proyectos en clave sustentable.


LM: Desde la experiencia de Ecolink trabajando con cooperativas de cartoneros y recicladores: ¿Cuál es tu opinión acerca de este proyecto de ley?.

FG: “Me parece que es necesario empezar a corregir externalidades negativas del sistema económico que generan desequilibrios sociales y ambientales. Específicamente en el sector residuos existe una deuda gigante con los recuperadores urbanos por parte de las industrias y de los consumidores, ya que por décadas han llevado las tareas de reciclaje en condiciones de informalidad y aislamiento. Entonces, es necesario darle al circuito de reciclaje la importancia que se merece y construir ese futuro con las cooperativas de recicladores.
Además, que los productores internalicen el costo de la gestión y reciclado de sus envases ,y que estas correcciones asuman el formato de tasa variable – la cual disminuye o pasa a ser nula según el tipo de material y circularidad del envase-  va a incentivar el diseño y consumo de opciones con menor impacto que tanto necesitamos.

LM: ¿Crees que una ley como ésta estimule a la sociedad a reducir el consumo de plástico?

FG: “Si, ya que el problema no es el plástico, sino que los consumidores elegimos mal. A veces es nuestra culpa, pero generalmente no tenemos toda la información que necesitamos. Esto provoca hoy la producción, el consumo y arrojo masivo de plásticos innecesariamente descartables o producidos sólo con material virgen. Este tipo de herramientas repercuten en el bolsillo y por lo tanto en las decisiones del ciudadano, como por ejemplo el etiquetado frontal. Son necesarias para ordenar el sistema de precios y hacer más transparente la oferta de productos para que seamos consumidores más responsables. Ésta responsabilidad no repercute solo en nuestra salud, sino también en el ambiente; sumado a que, si ante nuestros ojos la opción más sustentable es a la vez la más económica comparativamente el ambiente también gana.
¿Es esta ley perfecta? Probablemente no, pero es una mejora a la situación actual donde el costo social y ambiental de millones de envases recae en los recicladores, profundizando su situación de informalidad, y en los diferentes ecosistemas que los residuos mal gestionados recorren”

Brenda Austin, Diputada Nacional de la Pcia. de Córdoba por la UCR, mandato cumplido (2017 – 2021), y miembro de la Comisión de Ambiente de la H. Cámara de Diputados


LM: ¿Cuál es tu opinión sobre el proyecto de la ley de envases  que ingresó a diputados?

BA: “Creo que hay cada vez un consenso mayoritario en afirmar que Argentina necesita una ley de envases. Han habido muchos proyectos al respecto y un gran recorrido legislativo que permitió construir acuerdos para concluir cuál es la línea de base para arrancar. 
Y además, la agenda ambiental está teniendo un gran impulso en el mundo, que además apuesta a la economía circular. Es realmente una posibilidad y un valor que no podemos dejar de aprovechar. Yo he presentado algunas propuestas de responsabilidad extendida al productor, sobre todo en lo que tiene que ver con residuos de pilas, neumáticos, lámparas que requieren un tratamiento más complejo.
Quizás el error que comete el oficialismo es tratar de utilizar esta necesidad en una estrategia que más tiene que ver la idea de construir una caja para financiar a determinados sectores y eso entorpeció el proceso de debate en la cámara de diputados que fue improvisado y no tuvo la oportunidad de convocar en comisión a referentes de diferentes sectores. 
Nuestro dictamen de minoría recuperó esta historia de acuerdos y consensos y se apalanca en el concepto de la responsabilidad extendida del productor, buscando  que la finalidad de al ley sea la incorporación del productor en la responsabilidad de la gestión del producto desde que lo lanza al mercado hasta que lo recupera para volver a reincorporarse a la cadena productiva. Esto está ausente en este proyecto, se confunde la responsabilidad extendida  con el pago de una tasa. El resultado va a terminar siendo que el sector va a pagar esa tasa y la va a trasladar al valor final probablemente y que no genere incentivos reales para la transformación de los productos o que se hagan cargo de recuperar esos productos y potenciar la economía circular. Creo que el diseño de la norma es débil ambientalmente y tiene una finalidad recaudatoria
Finalmente se habla mucho de la inclusión de los recuperadores pero creemos que tampoco está claramente garantizada en esta ley porque finalmente va a ser el ministerio quien establezca los criterios de repartos de los recursos. Creo que técnicamente ha mostrado sus debilidades perdiendo una oportunidad de lograr su tratamiento en el congreso y provocando un daño a una herramienta en donde ya había mucho consenso para avanzar.
Esperemos que en la próxima composición de la cámara se pueda dar un debate a fondo sobre una norma eficiente y efectiva y que tenga como centro la dimensión socioambiental y que esté basado en el principio de responsabilidad extendida del productor.”


Sabemos que tarde o temprano el proyecto se convertirá en ley. Lo que no podemos dar por sentado es que esta versión sea la mejor solución. Como mencionamos anteriormente, es clave en esta reconfiguración política que se avance parlamentariamente desde los consensos conseguidos. Siempre van a existir dimes y diretes cuando de política se trata; en nuestro país y en cualquier parte del mundo, pero deseamos que este debate sea el comienzo de una nueva etapa. La etapa de la co-evolución. Estado, empresas, ONGs y consumidores somos responsables del impacto que generamos con nuestras decisiones. No hay un solo culpable. Sin embargo, en un país con casi el 50 % de pobreza pareciera ser un problema muy lejano a colaborar con esas realidades. 
¿No podremos tomar esta oportunidad para defender los valores de la inclusión y la generación de empleo genuino? Nuestros basurales a cielo abierto -que cada vez son más- están llenos de gente que encuentra allí una única oportunidad.¿Será un momento de cambio de paradigma? ¿Podrá esta ley hacernos subir la vara de nuestra mirada económica, social y ambiental?
 
                                                                                                             Hacernos cargo, cada un@ en lo que nos toque.
                                                                                                                                                                                 Que sea ley

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*Laura Massari: Máster en Dirección de Comunicaciones Institucionales y Licenciada en Comunicación Institucional. Directora de Desarrollo Estratégico de la Municipalidad de Córdoba y Coordinadora del seminario: Producción creativa y gestión sustentable. Fue directora de relaciones institucionales del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (Iarse). Es consultora en temáticas relacionadas a Comunicación y Desarrollo Sustentable.

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